¡Explora la magia ancestral del Santuario de Itsukushima, un templo flotando en aguas cristalinas!

¡Explora la magia ancestral del Santuario de Itsukushima, un templo flotando en aguas cristalinas!

Japón, esa tierra que hechiza con su mezcla única de tradición y modernidad, alberga tesoros escondidos que esperan ser descubiertos. Desde las bulliciosas calles de Tokio hasta los tranquilos jardines zen de Kioto, cada rincón ofrece una experiencia inolvidable. Hoy, nos adentramos en la prefectura de Hiroshima para conocer un lugar mágico que parece sacado de un cuento: el Santuario de Itsukushima.

Situado en la isla de Miyajima, a solo un corto trayecto en ferry desde la ciudad de Hiroshima, este santuario es una joya arquitectónica que se alza majestuosamente sobre el agua. Su imagen más icónica es la famosa “puerta flotante” o torii, una estructura roja gigante que parece emerger del mar durante la marea alta. Esta puerta marca la entrada al santuario y simboliza el paso entre el mundo terrenal y el reino divino.

La historia del Santuario de Itsukushima se remonta a tiempos ancestrales. Según la leyenda, la diosa del Sol Amaterasu, la figura central en la mitología japonesa, envió a su hijo Susanoo para que purificara la tierra. En su viaje, Susanoo encontró una cueva donde habitaba la diosa del mar, Otohime. Ella le obsequió tres joyas mágicas y Susanoo las colocó en la isla de Miyajima, creando un santuario sagrado para venerarlas.

A lo largo de los siglos, el Santuario de Itsukushima ha sido objeto de numerosas reconstrucciones y ampliaciones, convirtiéndose en uno de los más importantes del sintoísmo japonés. Sus edificios tradicionales de madera laqueada, con sus techos curvos y elegantes detalles arquitectónicos, reflejan la belleza y la armonía que caracterizan a este estilo religioso.

¿Preparado para sumergirte en un laberinto de senderos y pagodas centenarias?

Al visitar el Santuario de Itsukushima, prepárate para una experiencia sensorial única. La brisa marina acariciará tu rostro mientras caminas por los senderos flanqueados por árboles centenarios. Las aves cantan melodías etéreas entre las ramas, creando un ambiente de paz y serenidad.

El camino te conducirá a través de varias estructuras, cada una con su propia historia y significado. La sala de oración principal, el haiden, alberga la imagen de la diosa Otohime y es el lugar donde los visitantes realizan sus plegarias.

Los jardines del santuario también son un espectáculo digno de admiración. Flores de colores vibrantes florecen en abundancia durante las diferentes estaciones, creando un tapiz natural que invita a la contemplación.

Las vistas panorámicas desde el monte Misen, la cima más alta de la isla de Miyajima, te dejarán sin aliento. Podrás observar el Santuario de Itsukushima en toda su majestuosidad, rodeado por el mar azul y las verdes montañas.

Un viaje cultural que trascenderá tus expectativas: consejos para una visita inolvidable.

Para sacarle el máximo provecho a tu visita al Santuario de Itsukushima, te recomiendo seguir estos consejos:

  • Planifica tu visita con tiempo: La isla de Miyajima es un destino popular, especialmente durante las temporadas turísticas. Reserva con antelación tu alojamiento y los billetes de ferry para evitar sorpresas desagradables.
  • Aprovecha la magia de las mareas: Las vistas del Santuario de Itsukushima son diferentes según la marea. Te recomiendo que consultes la tabla de mareas antes de tu visita para poder apreciar la “puerta flotante” tanto durante la marea alta como baja.
Marea Alta Marea Baja
La puerta torii parece flotar sobre el agua, creando una imagen surrealista. La puerta torii se conecta a tierra firme, permitiendo acceder al santuario caminando.
  • Disfruta de la gastronomía local: Miyajima es famoso por sus ostras frescas y deliciosas. No dejes pasar la oportunidad de probarlas en uno de los restaurantes locales.
  • Recorre la isla en bicicleta: Alquilar una bicicleta te permitirá explorar la isla a tu propio ritmo y descubrir lugares escondidos como las cascadas, los bosques de bambú y las playas vírgenes.

El Santuario de Itsukushima es mucho más que un simple monumento religioso. Es un lugar donde la historia, la naturaleza y la espiritualidad se fusionan en una experiencia única e inolvidable.